top of page

“AJATAPATRÁ” ( O ALGO ASÍ)

Foto del escritor: Salvador GarcíaSalvador García


Conocí la organización de origen hindú Brahma Kumaris en 2005, cuando Miriam y Gui

llermo, dos de sus coordinadores en Barcelona, se pusieron en contacto conmigo para hablar sobre educación en valores en el sistema de salud. Aunque es cierto que algunas de sus características son o eran propias de los grupos cerrados, según mi propia experiencia son buena gente y están motivados por un interés sincero de ayudar a los demás. Lo he podido comprobar en algunas de sus sedes alrededor del mundo en Barcelona, Delhi, Nueva York u Oxford.


El profesor del MIT de Harvard Peter Senge - a quien tuve la suerte de conocer precisamente en Oxford- y el sabio chileno Humberto Maturana, el autor del concepto de “autopoiesis”, han participado en sus convocatorias de “Call of the Time” para invitar a conectar con su paz interior a los líderes mundiales y , desde ahí, extenderla a todo el mundo. Om shanti (“soy paz, sé paz”).


Dadi Janki, su presidenta, falleció a los 104 años, y es sin duda una de las mujeres más sabias que he tenido la suerte de conocer en la aventura de mi Vida. La naturalidad y serenidad que irradia su presencia física próxima tiene una resonancia similar a la del Dalai Lama, con el que también he tenido el enorme privilegio de permanecer unos minutos a corta distancia. Este es uno de sus textos:


¡Vivir de manera que el amor presida todos mis actos!

He aprendido a vivir de esta manera y, como resultado, nada me molesta. Mi contento y buenos sentimientos hacia los demás son constantes.

He llegado a ser libre.


Su “dhistri”, su penetrante mirada de atención compasiva, invita a comprender que – como decía Antoine de Saint-Exupèry en El Principito- lo esencial es invisible a los ojos. “El reino de los cielos está dentro de vosotros”, dice La Biblia.


He podido tener dos entrevistas privadas con ella en un tranquilo centro de retiro situado en medio de la campiña de Oxford. La primera de ellas fue en 2005, muy poco después de haber sido diagnosticado de cáncer de colon y recto.


Tras explicarle mi situación emocional se me quedó mirando muy fijamente, esbozó una leve sonrisa e hizo un gesto enérgico de despedida con la mano derecha mientras decía en hindú algo así como : “Ajatapatrá”. Y ambos permanecimos en silencio meditativo durante unos minutos. Interpreté que me estaba diciendo que fuera la que fuera la gravedad de mi situación la dejara pasar, que no me quedara enganchado a ella y que permaneciera conectado con mi paz interior.


De hecho, luego comprendí – o me pareció comprender- que estuvo transmitiéndome la esencia mental de la práctica Raja Yoga o yoga de la propia soberanía interior, uniendo mi mente consciente y silenciosa con la conciencia del resto de mi cuerpo y de mi espíritu libre y eterno.


Esta práctica meditativa me fue de gran utilidad a lo largo de todo el duro proceso de tratamiento radical de la enfermedad. Durante meses, practiqué muchas sesiones de visualización y experimentación serena de un pequeño punto de luz entre mis ojos, acompañado de una música creada en estado de plena presencia. Bastantes años antes del auge del ahora llamado “Mindfulness” o atención plena compasiva, que tantos efectos beneficiosos sobre la salud ha demostrado tener de manera científica.



Escasos años después, en la segunda ocasión que tuve de disfrutar de su presencia directa, le conté que me acababa de divorciar después de treinta años de matrimonio y que me sentía muy apenado y desorientado por ello. Su respuesta fue la de mirarme de nuevo a los ojos fija y compasivamente y decirme con una leve sonrisa mientras movía su mano derecha, como invitándome a superar la situación desde mi propio autogobierno y soberanía interior: “¡ Ajatapatrá ¡”.


¡ Ajatapatrá!, pues. Om shanti.


54 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


  • LinkedIn

©2022 por Salvador García Sánchez.

bottom of page