Ciento cincuenta millas al norte de Manhattan se encuentra el Valle del Hudson. con fama bien merecida de tener uno de los colores del otoño más bellos del planeta. Allí se ubica un centro de retiros de nombre más que idóneo: Peace Village
Escasos meses después del 11–S, la organización de origen indio Brahma Kumaris convocó “In the Edge of Emergence”, para conversar sobre lo nuevo que estaba surgiendo en el mundo desde una perspectiva espiritual. Fueron muchas las conversaciones singulares, pero una de ellas me transmitió algo difícil de olvidar.
Eran las 5:00 de la madrugada, después de la meditación de “la hora del néctar”, la misma que la del rezo de maitines en la tradición católica. Una de las personas que servían un té Chai bien calentito y de lo más aromático y reconfortante a aquellas horas era un joven entusiasta, de rasgos típicamente hindúes y una blanquísima sonrisa de oreja a oreja.
–Do you like problems? I do. I like problems (¿Te gustan los problemas? A mí sí. Me gustan los problemas) –, me manifestó de pronto y sin perder la sonrisa. –When I have problems, I meditate, and no problems (“Cuando tengo problemas, medito y no problemas”).
–Y, ¿qué es para ti “meditar”? –le pregunté en inglés y en tono de entrecomillado. –When meditate, I feel I am very small, very small, very small… as nothing I am…I disappear… and then… I become big, big, big… as all things togheter I become… (“Cuando medito, me siento muy, muy pequeño, como si yo fuera nada, desaparezco y, de pronto, me hago grande, grande, grande, llego a ser lo mismo que todas las cosas juntas”)
¿Sería que el buen amigo hindú entraba en contacto al meditar con algo así como el Big–Bang de máxima contracción hacia el orden y máxima expansión hacia el caos que dio origen al universo? En todo caso, me recordó un sueño recurrente que yo tenía de pequeño y que me despertaba sobresaltado más de una noche.
Pero lo más inaudito fue lo que me contó a continuación el sirviente de té indio, un voluntario del encuentro que más tarde me enteré que trabajaba como informático en Nueva York y que era un genio de las matemáticas, como muchos de sus compatriotas
Me contó que estaba trabajando en las Torres Gemelas en el 11–S, y que pudo salvar muchas vidas. –¿Ah, sí? ¿Y como fue eso? –le pregunté con asombro. –When I have a problem, I meditate –repitió moviendo la cabeza de un lado a otro como diciendo que no, pero que era que sí. When meditation, you calm and smoke do not enter in lungs. And able to help a lot of people to save their lifes. I was small, small, small… and then, big, big, big... as the whole univers. (“Cuando meditación, te calmas y humo no entrar en pulmones. Y capaz ayudar a muchas personas a salvar sus vidas . Me hice pequeño, pequeño... y luego grande, grande…”).
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