- ¿Tiene Vd alguna película así.. ya sabe...un poco fuerte?. Le pregunté a la dependienta de un Vieoclub cercano al hospital.
- Sí, claro, venga, venga. Y ya te puedes imaginar a la sección de pelis que me llevó.
- No, quiero decir... más fuerte, algo que sea estresante. Es que es para una prueba científica , ¿ sabe?.
- Ya...para una prueba científica, ya-, me dijo con un guiño de complicidad ante algo realmente escabroso. Y me llevó a la sección de películas gore: "El ascensor asesino", y cosas así.
- Mire, va en serio, necesito algun tipo de pelicula que genere una emoción fuerte : es para estudiar la resistencia ante las situaciones límite. Y así fué: para mi asombro, había una pequeña sección de películas de violencia real. Sólo ví el inicio de una de ellas: eran escenas de asesinato de indígenas en Brasil por parte de agentes de las compañías que están desforestando la selva del Amazonas. Evidentemente, no era lo que estaba buscando: además de ilegal, no sería éticamente aceptable exponer a los pacientes a semejante atrocidad.
Así que me puse a diseñar una prueba de esfuerzo emocional que realmente pudiera realizarse en el hospital donde trabajaba como residente de primer año en el Servicio de Cardiología: el Hospital de la Santa Cruz y San Pablo, al que le tengo un especial cariño por muchísimas razones.
Como es sabido, se realizan pruebas de esfuerzo físico para comprobar si espués de episodios de infarto de miocardio el estado del corazón del paciente le permite o no volver al trabajo. Sin embargo, en muchas ocasiones el esfuerzo que ha de realizar no es físico sino de estrés emocional. Así que esta fué empecé a enfocar mi tesis doctoral en este sentido.
Recuerdo el ZX Spectrum de 8 bits y el ordenador Amstrad de pantalla fosforesecente que compré de mi propio bolsillo con el dinerito que ganaba haciendo correcciones de estilo para una editorial médica.
Mi primer año de residente en el Hospital de San Pablo de Barcelona fue en el Servicio de Cardiología. Quería ser "psicocardiólogo". Y, de hecho diseñé una prueba de esfuerzo emocional. Y tambien fundé junto con el Dr. Antonio Bayés de Luna y el Dr. Manuel Wilke el Club Coronario, donde...
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